Han pasado 8 meses y quizá ya esté preparada para dar mi pequeña aportación al resto del mundo.
Hace 8 meses era minúscula o mejor dicho, me sentía minúscula. La razón era bien sencilla: estaba GORDA. Sí señores, era GORDA como un tonel y DESGRACIADA como quién desespera por no saber por qué le ha tocado ser así.
Pues tal y como os digo que estaba gorda, ahora os digo que uno puede ser como quiera ser. De minúscula a MAYÚSCULA. Y ese es el fin de este blog, contaros mi experiencia y mis sensaciones, porque quién sabe, igual alguien en esta blogosfera me lee y se siente identificado.
Fuerza y Honor!
Ángela
Ay Ángela... no me preguntes cómo he dado con este blog, pero el caso es que lo encontré. Me impresiona cómo hablas del pasado, con qué crudeza, con qué frialdad... Sin duda, se percibe que es una etapa pasada y superada que necesitas desechar para seguir hacia adelante. Me encanta esa comparativa que has hecho entre minúscula y mayúscula y la antítesis que se crea cuando te refieres a cada una de esas palabras. Espero que mediante que vayas actualizando, vayas dejando 1km más lejos todos esos malos sentimientos que te crearon esos kilos de más. Quiero leer a una nueva Ángela que escribe sobre la buena etapa en la que se encuentra. Un beso desde ya sabes donde.
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